Desde el aspecto relacionado a  las decisiones de cámara, la principal fue la elección favorecer los planos generales y amplios por sobre los planos detalle o cerrados. Un plano general y estático del lugar, representaría más eficiente y adecuadamente nuestra propuesta, mientras que intercalarlos con planos más cerrados hubiera aportado un dinamismo a la escena que habría restado a nuestro propósito. Además, tomamos la decisión de dejar muchos elementos fuera de lugar en primer lugar -generando espacios concienzudos y ordenados- para luego proporcionar un breve y pensado desorden a la imagen,la cantidad justa, para generar cierto sentimiento casi casual de “desorden ordenado”. Todos los elementos del reel se encuentran completamente inmóviles, a excepción de uno: las cortinas. La iluminación natural de días nublados con tonos grisáceos fue clave para la transmisión de la idea. Los colores pálidos, los tonos azulados, y luces blandas prevalecen y unifican todos los videos del reel. Es así que se genera una sucesión de planos lo suficientemente desordenados a gusto, iluminados con luz natural, y que cuya fuente de iluminación es, además, su protagonista: la ventana. Pero tras esa fuente, que juega a revelar y a no-revelar el exterior, se hallan las cortinas: lo único que separa estos no-lugares con la inminencia del exterior. Sin embargo, para finalizar nuestro reel, se tomó la decisión de grabar una ventana cuyas cortinas estén por fín abiertas, y revelando lo que veíamos como inminente: el inquieto pero tranquilamente gris, exterior. Se trata del cierre de una idea, un ciclo completado, un detalle sutil pero elemental.